¿El fenómeno de la niña se disipa, pero la noaa predice que el fenómeno del niño aparezca en plena temporada de huracanes. ¿Que puede traer el fenómeno de El Niño este 2023?
Las aguas de la superficie del Pacífico ecuatorial, se están calentando, a medida que el fenómeno de la niña esta llegando a su etapa final. Sin embargo, está face neutra, podría pasar a condiciones del fenómeno del niño a mediados del año. El fenómeno del Niño podría aparecer, mientras un posible y activo fenómeno del Niño costero se está desarrollando frente a las costas de Perú y Ecuador.
El fenómeno de El Niño, o simplemente El Niño, es un fenómeno o evento de origen climático relacionado con el calentamiento de las aguas del Pacífico ecuatorial, el cual se manifiesta erráticamente cíclico.
El fenómeno del niño consiste en una fase cálida del patrón climático del Pacífico ecuatorial. El fenómeno del Niño lo que quiere decir, es que hay un calentamiento de las aguas del Pacífico ecuatorial por encima de lo normal. Que son los colores rojos en la imagen. Y un enfriamiento de las aguas del Pacífico ecuatorial por debajo de lo normal recibe el nombre de La Niña.
Actualmente estamos viviendo una fase final y fría de La Niña, que son las zonas de color azul (barras azules), que ha perdurado ya por 3 años consecutivos, la primera vez que ocurre en el siglo XXI.
Se prevé que en la segunda parte de 2023 las aguas del Pacífico ecuatorial se calienten entrado en una fase cálida, osea que aparezca El Niño (barras rojas).
Las predicciones actuales para el Océano Pacífico ecuatorial, apuntan que tendremos condiciones neutrales entre los meses de marzo y mayo de 2023, y es probable que se desarrollen condiciones de El Niño durante el resto del año con un 60 % de probabilidad.
Los cambios en la temperatura de la superficie del océano Pacífico ecuatorial, tienen una repercusión en los patrones climáticos a nivel mundial tanto en niveles bajos como niveles altos y gran escala.
Para la segunda parte de 2023: las predicciones apuntan a qué el fenómeno del niño podría aparecer.
¿Que podría ocurrir en la Tierra con la llegada del niño y como podría verse afectada.?
Según la OMM, los resultados de cada evento de El Niño nunca son exactamente iguales: dependen de la intensidad del evento, la época del año en que se desarrolla y la interacción con otros patrones climáticos.
El Niño a menudo se asocia con condiciones cálidas y secas en las áreas interiores del sur y este de Australia, así como en Indonesia, Filipinas, Malasia y las islas del Pacífico central como Fiji, Tonga y Papúa Nueva Guinea.
Durante la temporada de verano del hemisferio norte, las lluvias monzónicas indias generalmente tienden a ser menos de lo normal. En el invierno del hemisferio norte, normalmente se observan condiciones más secas de lo normal en el sureste de África y el norte de Brasil.
Las condiciones más húmedas de lo normal se observan sobre todo a lo largo de la costa del Golfo de los Estados Unidos, la costa oeste de América del Sur tropical (Colombia, Ecuador y Perú) y desde el sur de Brasil hasta el centro de Argentina. Partes del este de África (Kenia, Uganda) también suelen recibir precipitaciones superiores a lo normal.
El Niño está asociado con inviernos más suaves en el noroeste de Canadá y Alaska debido a menos oleadas de aire frío del Ártico, como resultado de una región a gran escala de menor presión centrada en el Golfo de Alaska/Océano Pacífico Norte.
Estos son algunos efectos asociados a el Niño. Probabilidades de superar los 1,5 °C
En las fases cálidas de El Niño, el océano Pacífico ecuatorial está dopado de más calor y transfiere parte de ese exceso de calor y humedad a la atmósfera.
El Niño puede aumentar a nivel global unas décimas de grados a las temperaturas globales. Un ejemplo de eso, ocurrió en el 2016, el año más cálido de la Tierra desde que se tiene registros, y un año en el que El Niño estuvo muy fuerte. Agrupando los años por decenas, se observa que el año más cálido de la década está asociado a eventos de El Niño.
A todo ello se suman el aumento de la concentración de gases efecto invernadero que se espera en 2023 y los posibles efectos del vapor de agua inyectado en la estratosfera por la explosión del volcán de Tonga a inicios de 2022, que está por ver.
Estos tres factores pueden hacer que 2023 sea un año relativamente cálido, situándose entre los cinco primeros de la era moderna.
El peso de La Niña (fase fría) es relativa en cuanto al enfriamiento global, y con los años de La Niña también se pueden batir récords de calor, ya que la tendencia al calentamiento impuesta por la creciente acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera puede enmascarar el efecto de enfriamiento de los procesos naturales.
Dado que el planeta ya se ha calentado alrededor de 1,2 °C, en relación con la época preindustrial y que El Niño agrega algo de calor adicional a la atmósfera, es posible que el aumento de la temperatura de la Tierra supere temporalmente el umbral de 1,5 °C del acuerdo de París algún tiempo después de este posible El Niño, aunque es demasiado pronto para saber qué tan fuerte será este próximo evento.
América del Sur
Una de las zonas más sensibles a los eventos de El Niño/La Niña es América del Sur. De hecho, los pescadores peruanos detectaron durante muchos años como el calentamiento de las aguas del Pacífico alteraba la pesca.
Actualmente, las costas de Perú y Ecuador parecen vivir un probable evento local de calentamiento de las aguas del Pacífico oriental, el llamado El Niño costero, que, junto con otros factores de gran escala y escala local, están dejando lluvias intensas, inundaciones y crecidas de sus ríos.
Con El Niño se prevén menos lluvia en el Amazonas y malas cosechas. Las zonas de selva el crecimiento de la vegetación se ralentiza y absorbe menos CO2 en la atmósfera en varias regiones de los bosques tropicales de India, Australia y África.
Temperaturas oceánicas más cálidas y corrientes alteradas durante El Niño provocan cambios en la distribución y abundancia de peces y otras especies frente a las costas del norte de Sudamérica; la vida marina migra hacia el norte y el sur, siguiendo aguas más frías. Durante El Niño fuerte, estos cambios se pueden ver tan al norte como el Golfo de Alaska.
Australia durante El Niño
Una de las zonas más afectadas por El Niño/La Niña es Australia. Con La Niña ha tenido tres años de precipitaciones por encima del promedio generando graves inundaciones, especialmente en el este. Con El Niño, se espera lo contrario: menos lluvia, temperaturas más altas y mayor riesgo de incendios, especialmente durante el invierno y la primavera en el hemisferio sur.
¿Que se espera está temporada de huracanes en el Atlántico, mar Caribe, golfo de México y océano pacífico Oriental con la llegada del niño.?
Durante el verano, las aguas cálidas de el fenómeno del Niño pueden alimentar huracanes en el Océano Pacífico central/oriental. Sin embargo, para el Atlántico y el mar Caribe el niño dificulta la formación de huracanes.
El Niño tiende a generar más viento en altura sobre la región de formación y desarrollo de ciclones tropicales en el Atlántico, aumentando la cizalladura o vientos cortantes, algo que no favorece el desarrollo y organización de estos sistemas. Con El fenómeno del Niño, el número de ciclones tropicales en el atlántico suele ser menor por lo que es más probable que tengamos una temporada de huracanes mucho mas tranquila en el Atlántico y el Caribe, y en el océano pacífico Oriental ocurre justo lo contrario, el fenómeno del niño favorece una temporada de huracanes mucho mas activa de lo normal.
Hay que recordar que El Niño y La Niña son factores importantes del tiempo y clima de la Tierra, pero no los únicos, en otras zonas, fuera de los trópicos hay otros conductores del tiempo y del clima, tanto más cuanto más nos alejemos de las zonas tropicales.
Aunque La Niña está llegando a su fin, es probable que veamos impactos latentes durante algún tiempo y, por lo tanto, algunos de los impactos canónicos de lluvia de La Niña aún pueden continuar. Los impactos persistentes de La Niña de varios años se deben básicamente a su larga duración y anomalía de circulación continua, que son diferentes del evento de La Niña de un solo pico.
El calentamiento antropogénico y El Niño
Algunos estudios apuntan a que los eventos de El Niño podrían amplificarse en un mundo que se calienta y resaltar los efectos en algunas regiones del mundo pero las incertidumbres de estas tendencias no están muy claras a fecha de hoy. La OMM ya apunta que no hay evidencias que sugieren que el cambio climático esté aumentando la frecuencia de los eventos de El Niño y La Niña. Pero es probable que esté aumentando de los impactos, especialmente de El Niño, en términos de calor más intenso y precipitaciones más intensas.
Incluso el efecto de enfriamiento temporal y relativo de La Niña probablemente ya no sea suficiente para contener el aumento de las temperaturas como resultado del aumento de las concentraciones de los gases de efecto invernadero en la atmósfera.