El volcán Popocatépetl, ubicado en el centro de México, hizo elevar el nivel de alerta al “amarillo fase 3”, un paso antes de pasar al rojo de alta peligrosidad, debido a su intensa actividad que ha afectado el tráfico aéreo y la vida cotidiana de millones de personas.

La Coordinación Nacional de Protección Civil anunció el domingo el cambio de la alerta tras una evaluación de la reciente actividad del coloso, que desde el viernes ha registrado explosiones leves a moderadas, acompañadas de emisión de ceniza y fragmentos incandescentes.

La capital del estado de Puebla amaneció cubierta de una capa gris por la caída de ceniza, mientras que el sábado se suspendieron temporalmente las operaciones en dos aeropuertos que sirven a Ciudad de México, afectando los itinerarios de miles de pasajeros.

La alerta amarilla fase 3 implica que se espera una actividad eruptiva de explosividad a baja intensidad, con riesgo para la aviación y posibilidad de expulsión de magma. También obliga a las autoridades y organismos de socorro a preparar personal, equipos de evacuación y albergues ante una eventual emergencia.

Los gobiernos de los estados de Puebla y Tlaxcala suspendieron las clases presenciales en todos los niveles educativos para evitar afectaciones por la ceniza volcánica. Asimismo, se recomendó a la población que vive en zonas cercanas al volcán que se mantenga informada y que tome medidas preventivas como usar cubrebocas y lentes, limpiar techos y cisternas, y evitar actividades al aire libre.

El volcán Popocatépetl, cuyo nombre significa “montaña que humea” en náhuatl, tiene una altura de 5.426 metros sobre el nivel del mar y es uno de los 12 volcanes más activos del mundo. Su proceso eruptivo se reactivó en diciembre de 1994 y desde entonces ha tenido varias fases de mayor o menor actividad. La última vez que se elevó la alerta a amarillo fase 3 fue en marzo de 2019.