La adición de estos perros representa una inversión significativa en la preparación para desastres de la ciudad. Los K-9, junto con sus manejadores, son un activo invaluable para la comunidad, ofreciendo una capacidad de búsqueda rápida y eficiente que puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte en situaciones de emergencia. Su olfato altamente desarrollado permite la localización de supervivientes incluso bajo escombros o en áreas de difícil acceso para los equipos de rescate humanos.
El OKCFD ha destacado la importancia de la preparación y la capacitación continua, tanto para el personal como para los animales, para asegurar una respuesta eficaz ante cualquier desastre natural. La incorporación de estos perros K-9 subraya el compromiso de la ciudad con la seguridad pública y la protección de sus ciudadanos. Se espera que estos nuevos miembros del equipo contribuyan significativamente a la capacidad de respuesta de Oklahoma City frente a futuras emergencias.