Malas noticias para el caribe. La NOAA pronostica una temporada de huracanes más activa de lo normal en el Atlántico
La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) ha actualizado su pronóstico para la temporada de huracanes 2023 en el océano Atlántico, que va desde el 1 de junio hasta el 30 de noviembre. Según la nueva estimación, se espera una actividad ciclónica “por encima de lo normal” debido a las altas temperaturas del mar, que favorecen la formación y el fortalecimiento de las tormentas.
La NOAA prevé que se formen entre 14 y 21 tormentas tropicales con nombre, de las cuales entre 6 y 11 podrían convertirse en huracanes, y de estos, entre 2 y 5 serían de categoría mayor (3, 4 o 5 en la escala de intensidad Saffir-Simpson). Estas cifras superan el rango promedio de una temporada normal, que es de 12 a 17 tormentas, 5 a 9 huracanes y 1 a 4 huracanes mayores.
La actualización realizada a mitad de temporada por el Centro de Predicción Climática de la NOAA se basa en los factores climáticos que influyen en la actividad de huracanes en el Atlántico, como el fenómeno de El Niño, la fase cálida de la Oscilación Multidecadal del Atlántico y las temperaturas récord que se registran en la superficie del mar.
El fenómeno de El Niño, que se caracteriza por un calentamiento anómalo del océano Pacífico ecuatorial, suele inhibir la formación de huracanes en el Atlántico al generar vientos cortantes que dificultan el desarrollo vertical de las tormentas. Sin embargo, este año El Niño es débil y podría contrarrestarse por el efecto del calor extremo del mar, que proporciona más energía y humedad a las perturbaciones tropicales.
Las temperaturas récord que se registran en la superficie del mar son otro factor que contribuye a una temporada más activa. Según la NOAA, las temperaturas promedio del Atlántico tropical y subtropical están entre las más altas registradas desde 1982. Estas condiciones favorecen la evaporación del agua y la formación de nubes, así como la reducción de la estabilidad atmosférica.
Hasta el momento, la temporada de huracanes 2023 ha tenido un comienzo activo con cinco tormentas con nombre (una de ellas sin nombre, en enero), una de las cuales (Don) alcanzó la categoría de huracán. La NOAA advierte que lo peor podría estar por venir, ya que el pico de actividad suele ocurrir entre agosto y octubre.
La NOAA recomienda a la población estar preparada y atenta a las alertas y recomendaciones de las autoridades locales ante la posibilidad de que se produzcan impactos destructivos por los huracanes, como vientos fuertes, lluvias intensas, inundaciones, marejadas ciclónicas y tornados.